Cuenta la historia que en 1945 llegaron a Colombia dos hombres suizos con su visión futurista: Don Max Bazinger y Walter Goggel.
Iniciaron la búsqueda de zonas ricas para el acopio de leche y cuando conocieron el valle de Sopó, quedaron fascinados por su similitud con el paisaje suizo.
En ese entonces, compraban 500 botellas de leche y manualmente elaboraban el queso diario.
Lleno de optimismo se veia a Don Max montar en una carreta tirada por un caballo, cuando iba a la finca productora a recoger la leche en cantinas. Mientras tanto, fue Walter Goggel quien, con un sello que contenía el nombre de ALPINA en manuscrito y en color verde, lo estampó sobre uno de los quesos dando origen al logo de la compañía.
Con un préstamo bancario adquirieron un terreno de siete fanegadas para construir la fábrica: una planta sencilla. Desde entonces y hasta el momento, Alpina ha vivido una cultura de calidad, confianza e innovación que nos ha llevado siempre ha trabajar para seguir escribiendo una historia ofreciendo lo mejor.
Me gusta la forma de comunicar vía blog y el de alpina muy interesante.
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ResponderEliminarWalter Goggle era un explotador, al que todos los campesinos y habitantes de Sopo temian. Ellos le tenían que vender la leche al precio que él dijera. Mi abuelo fue uno de los veterinarios de la planta a principios de los años 60 y este dictador suizo echó a mi abuelo, su esposa y sus hijos del pueblo, dejándolos en la calle. Alrededor del año 70, el tipo se metió con peor personaje que él y le tocó salir del pueblo antes de que le hicieran algo. Creo que no es ninguna honra incluir a este señor en la historia de Colombia, ya que fueron los extranjeros que en épocas de guerra en Europa, siempre se beneficiaron de las riquezas de nuestro país. Paz en su tumba.
ResponderEliminarHola como se llamó tu abuelo
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